domingo, 21 de noviembre de 2010

MIL VIAS

Tú estás aquí y ahora. Cultiva, por ello, un sentido de presencia agradecida y vive plenamente en el momento presente, sin tratar de ser alguien..., ni de llegar a ningún sitio...
¡Sé simplemente quíen eres!
DESDE EL CORAZON

Con frecuencia la mayor revelación se descubre en los más pequeños detalles. Si nos esforzamos demasiado por tener una gran visión o una gran experiencia, nos perderemos lo que desde un principio ha estado en nuestra vida cotidiana, dentro de nuestro corazón, esperando ser abrazado.
¡Siempre se trata de despertar a lo que ya nos ha sido dado!

EL LUGAR DE LA ILUMINACION


La Vida, no es definible, no tiene corsé, y aunque creas que se lo puedes poner, fluye momento a momento en una única respiración, con un latir único, sin esperar ni un instante para realizarse.
Tu respiración es mi respiración. Es la respiración de los seres humanos, de los animales, de las plantas, de la Tierra, del Sol, de todos los seres y de cuanto existe. Es la respiración del Cosmos, de la Vida. Es la Respiración.

Tu vida es, también, mi vida, es la Vida. La Vida es un manantial eterno, generoso y continuo que, más allá de la contingencia y temporalidad de las formas que adopta, nada espera y se da continuamente para todos los seres porque son la misma Vida. Es un don. Es absolutamente gratuita.

Venimos del mismo lugar, recorriendo todas las vías, y estamos en el mismo lugar: “Aquí y Ahora”. Tus recuerdos son mis recuerdos.
Venimos del lugar de la iluminación y estamos en el lugar de la iluminación cuando somos el lugar sobre el que se asienta la verdadera generosidad, la que no busca ninguna recompensa, la que brota espontanea del corazón, de la dimensión del Amor.

Vivir es la práctica y la práctica es uno mismo. Es la práctica de todos los seres. Es la práctica de la Vida que fluye, viviendo paciente a través de todos los fenómenos y experiencias, sin apegarse a nada, sin quedar atrapada ni taponar el manantial continuo que es. La práctica paciente es amistosa, nada rechaza, no se deja arrastrar por las ilusiones, que también forman parte de la realidad. Aprecia y admite la amplitud de la vía y comprende a través de las propias ilusiones la forma de estar de todos los seres. Estamos en el lugar de la iluminación cuando ajena a cualquier interés, brota espontanea del corazón la verdadera paciencia que nos permite ayudar a todos los seres.

De la verdadera paciencia nace la auténtica sabiduría. Una sabiduría que penetra el mundo de las apariencias, que está vacía de conceptos y filosofías y que es anterior a todo pensamiento.
Es la sabiduría que está implícita en la naturaleza de todos los fenómenos, que no es intelectiva, que es intuitiva y que ilumina la realidad de que nada ni nadie existe por sí mismo. La realidad de que todo está en conexión intima, en total interdependencia, generando la historia en un cambio incesante y poniendo de manifiesto que nada tiene una sustancia propia y fija. Es la consciencia de la vacuidad de todas las categorías y juicios, que pone en su sitio toda ilusión de separación y dualidad.
La autentica sabiduría es el reflejo del amplio espíritu que se manifiesta al vivir desde el corazón superando todas las limitaciones perceptivas desde la inconsciencia del ego, de manera natural y nos dota de la capacidad de comprensión necesaria de cualquier realidad, para poder ayudar a todos los seres desde el lugar de la iluminación.

Todos los seres, en cualquier circunstancia y aunque sea desde el fondo de su corazón, desean ser felices, sin embargo a veces nos podemos sentir profundamente heridos por determinados acontecimientos de la Vida que vivimos.
Para poder amar a los demás, nuestros otros, hay que amarse a uno mismo desde el lugar de la generosidad, de la paciencia y de la sabiduría. Así el amor por uno mismo se transforma en Amor desde la comprensión que brota de la autentica sabiduría.
Desde esta comprensión, cuando alguien sufre por cualquier causa procuramos encontrar solución a su sufrimiento, tratamos de ayudarlo/a y en esta actitud no cabe ni un solo átomo de que se le está haciendo un favor.
En realidad no podría ayudarse realmente a nada ni a nadie, si en el Corazón no estuviese instalada la comprensión de que ayudar y ser ayudados son las dos caras de una misma moneda: La Armonía Cósmica.
El amor por uno mismo y el amor por los demás son el mismo y único Amor.
La verdadera ayuda es sin espíritu de provecho alguno, sin buscar nada que obtener para uno. Solo así no se abre la brecha de la separación, de la dualidad.
Este es el lugar de la Gran Compasión, desde el que se puede verdaderamente ayudar a todos los seres. Es el lugar donde la Vida refleja el espíritu amplio en el que el juego de las ilusiones forma parte de la realidad, es reconocido y no representa ningún obstáculo. Porque nada es un obstáculo para una actitud sin espíritu de provecho alguno; en ella el “ mi mismo” es comprendido en su vacuidad y transformado en un instrumento al servicio de la Gran Compasión.

Sin embargo, a veces la vida que se manifiesta a través del juego de las ilusiones llega a nublar el espíritu de unidad con el Cosmos y en las actividades ordinarias se pierden de vista la benevolencia, la compasión, la sabiduría, la generosidad o la paciencia.
Surge entonces el espíritu de ganancia y perdida, el sentimiento de separación y una vida desde el ego: el espíritu limitado. La conciencia circunscrita.

Para que las ilusiones vuelvan a integrarse en el amplio espíritu que todo acoge ; para que desde el corazón vuelva a surgir la armonía con el espíritu cósmico, hemos de volver a vivir desde el lugar de la Concentración y la Atención todos los aspectos de la vida cotidiana, y si es necesario apoyarnos en la disciplina de la práctica, sin apegarnos a la letra, sin convertirla en una actitud moralista ni instalarnos en el dogmatismo de creencia alguna, hasta transformar la práctica en el precioso arte de estar con naturalidad en el lugar de la iluminación.

Tu historia es mi historia, es la historia del Ser Humano, el lugar de la iluminación: El Corazón de la Humanidad. En él tus inquietudes, tus anhelos, tus desesperanzas, tu soledad, tus amores, tus deseos, tus odios, tus alegrías, tu felicidad o tus tristezas, son también mías. Todos son caminos por los que discurre la Vida, que en su momento, Aquí y Ahora, te conducen hasta el lugar de la iluminación.
Al igual que un riachuelo de montaña, pasa por toda clase de obstáculos que van determinando su cauce, siempre pleno de una belleza que podemos apreciar aún en su esfuerzo por sortear rocas y desniveles, y su rumor constante contribuye a la belleza de todo un bosque al que sin saberlo le da la Vida, es el mismo bosque el que se encarga, también sin saberlo, de mantener vivo con su umbría, sus árboles y todos los demás seres que lo integran al riachuelo que también es el mismo bosque.

Comprende que tu vida es mi propia vida, que somos la Vida.
Que tu corazón no se canse de buscar, porque desde el Corazón la búsqueda no es búsqueda sino encuentro.
Desde el corazón siempre encontramos toda la ayuda que necesitamos para que continúe la Vida. Desde el Corazón encuentras a Dios, que siempre estuvo porque eres él mismo, porque somos él.
Abre tu corazón sin temor al huracán del amor incondicional instalado en el Corazón de la Humanidad.
Depende de tu voluntad entrar en la dimensión del amor; igual que depende de ti seguir viviendo desde el ego y la separación, manejándote entre sufrimientos y alegrías que te mantienen atrapado/a
.
Atrévete y atraviesa la puerta del corazón y entra en el lugar de la iluminación. Únete a esta nueva humanidad que desde hace mucho tiempo está siendo creada por el sueño de Amor y Unidad de una multitud de seres despiertos.
Comprobarás cuan ilusorias y vacías eran tus desgracias, soledades y temores.
Comprobarás como tu corazón se dilata hasta sentir que el Cosmos entero está en ti. Que Dios está en ti y que nada queda fuera de ti.
Verás que aparece una confianza y una paz interior suave y profunda.


Si estás herido/a, si sientes miedos y aún no puedes abrirte a la dimensión del Amor, si que puedes abrir tu corazón y dejar que entre el Amor , que con los disfraces de la amistad, el respeto, la sabiduría, el perdón, la compasión, el consuelo, la comprensión, la ayuda, la confianza, la paciencia o la energía, te brindan toda clase de seres que te acompañan desde siempre, pero que es ahora cuando los notas.

Porque es Aquí y Ahora el lugar del reencuentro. Porque es Aquí y Ahora el lugar para recordar. Porque es Aquí y Ahora el lugar para reconocernos. Porque es Aquí y Ahora el lugar elegido, libremente, para amarte de forma incondicional, y que esto no sea una carga para ti. Porque es aquí y ahora el lugar que has escogido para ayudar a que brote el Amor incondicional. Porque este es el lugar de la iluminación: El Corazón del Humanidad.